"(...) La OCDE
ha presentado en Madrid, hace dos semanas, un informe demoledor sobre
las pensiones valorando los efectos que sobre las mismas tendrán las
últimas reformas, esas que la Sra.
Bañez dice no saber cómo afectarán a
las prestaciones futuras de los jubilados, cuando ha sido su ministerio
quien las ha diseñado. Para la OCDE, que sí lo ha calculado, la
conclusión es devastadora, “la tasa de sustitución —la cuantía que
representa la pensión media respecto al salario medio— caerá del 83% actual al 46%
en los próximos años”.
En román paladino, las pensiones acabarán
cayendo casi la mitad, y el secretario de Estado de la Seguridad Social
lo justifica porque “la tasa de sustitución es una de las más altas de
la OCDE”.
Pero lo que no dice es que las cuotas de la Seguridad Social son también de las más altas de la OCDE y que el salario medio es de los más bajos. O que durante los años ochenta los fuertes excedentes de la Seguridad Social
cuando no había cajas separadas fueron empleados en financiar el gasto
del Estado, decenas de miles de millones actuales expoliados a los pensionistas
y nunca devueltos.
Y menos aún que el factor de sostenibilidad que se
aplicará a partir de 2019 —se reparte solo lo que hay en función de la
esperanza de vida— supondrá un recorte drástico en las nuevas pensiones,
y más reducciones en las actuales.
Y que ante este recorte de
pensiones, ante los salarios de hambre en los nuevos empleos creados
—entre 600 y 900 euros—, no es de extrañar el desplome en las
expectativas de voto del PP, ya superado ampliamente por Cs. Tanto que dentro del desconcierto político actual solo una cosa es segura: Rajoy jamás volverá a ser presidente. (...)" (Roberto Centeno, El Confidencial, 12/02/18)
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