"(...) la
oficina de estadísticas anunciaba haber revisado las llamadas
previsiones de crecimiento del PIB situándolas en el 1,8% contra el 2,7%
previsto por la ley de presupuestos y el 2,1% establecido por la
Comisión Europea.
La Comisión Europea ha bajado igualmente sus
previsiones para el año 2018. Hay que recordar que “el crecimiento del
PIB” en relación al año precedente se situaba en un -0,2% en 2015, en el
0% en 2016, en el 2,1% (previsiones) en 2017 y en el 2,5% en 2018 (la
previsión establecida anteriormente se situaba en el 3,1%). La deuda
pública en 2016 corresponde al 179% del PIB, según los datos de la
Comisión Europea.
Dicho de otra forma, la economía capitalista de Grecia está condenada
a una depresión permanente que se traduce socialmente en una
pauperización masiva de la población.
Se supone que el Parlamento -con su mayoría Syriza-ANEL- va a adoptar un nuevo programa de austeridad para el período 2018-2021. (...)
La periodista Angélique Kourounis explicaba al diario informativo de
France Culture, este 17 de mayo de 2017, a fin de ilustrar las razones
de diferentes movimientos de huelga calificados como “huelga general”
los días 16, 17 y 18 de mayo:
“Todos protestan contra las nuevas
medidas de austeridad que deben ser adoptadas por el Parlamento en la
noche del jueves al viernes. Esta nueva vuelta de tuerca prevé una nueva
bajada de las jubilaciones, la 13ª desde hace ocho años, una nueva
subida de los impuestos, incluso para las familias en el límite del
umbral de pobreza.
A partir de ahora los salarios de 450 euros tendrán
impuestos mientras que, subrayan los sindicatos convocantes de este paro
general, los impuestos han aumentado ya el 52% desde el comienzo de la
crisis, cuando los salarios, por su parte, han bajado entre el 30% y el
60%.
Este rigor es exigido por los acreedores del país para desbloquear
la nueva franja de préstamo de 7 000 millones de euros de la que Grecia
tiene visceralmente necesidad para hacer frente a sus obligaciones [es
decir hacer frente a los vencimientos inmediatos del servicio de la
deuda, aunque esta última sea “ilegítima, ilegal, odiosa”] el próximo mes de julio”. (...)
A esto se añade la supresión en los dos próximos años de la asignación
de solidaridad (EKAS) que, inicialmente, debía completar las
jubilaciones inferiores a 700 euros. Así, a los 95 años, Christos
Papazoglou, pastelero jubilado, que contaba con el centenar de euros de
esta ayuda, confía a la periodista de Le Monde:
“Actualmente, no
cobro más que 665 euros al mes y a la vez tengo que pagar cerca de 200
euros de agua, electricidad, teléfono, impuestos… y sufrir además la
subida del IVA de todos los productos, incluso los alimenticios.
Tenemos
que continuar movilizándonos, nos hundimos en la miseria. He conocido
la guerra ¡y no pensaba que un día reviviría situaciones de
empobrecimiento como la que vivimos hoy!. ¡Imagina que a veces me
alumbro con una vela!”. (...)
Una encuesta publicada el 28 de abril de 2017, hecha entre estudiantes
de Tesalónica, indica que el 43,3% de ellos contemplan continuar sus
estudios o buscar un empleo fuera de Grecia. Según las estadísticas de
un estudio publicado por la revista International Migration & Integration,
20 000 científicos (con una formación científica completa) han emigrado
entre 2009 y 2014.
Medio millón de griegos (427 000) han emigrado
durante el período 2008-2016, según el Banco Nacional de Grecia. Eso es
también un índice del choque infligido a la sociedad y a una fracción
dinámica de ella. Lo que debe ser tenido en cuenta para comprender los
contornos de la coyuntura sociopolítica. (...)" (Charles-André Udry, Viento Sur, 19/05/17)
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