"Debacle histórica para el Partido Socialista.
(...) Era una debacle anunciada,
pero no por eso resultó menos cruel. El socialismo francés ha
registrado este domingo su peor resultado desde 1969, al obtener el 6%
de los votos en la primera vuelta, según las primeras estimaciones. (...)" (El País)
"Victoria moral para el ‘insumiso’ Mélenchon.
Puede considerarse el ganador moral de estas presidenciales. El insumiso Jean-Luc Mélenchon
ha conseguido este domingo una auténtica proeza: obtener el 19,5% de
los votos. Ha igualado el resultado de François Fillon, pese a las
dificultades que imponían los comicios, con el voto progresista dividido
entre tres candidatos distintos y los sufragios obreros en plena
trashumancia hacia las tierras del Frente Nacional.
El aspirante al
Elíseo de la izquierda antiliberal ha triplicado el resultado del hasta
ahora hegemónico Partido Socialista e incluso igualado los resultados
históricos del comunismo francés, allá por los años setenta.
El candidato de Francia Insumisa había protagonizado un ascenso espectacular
en las últimas semanas, subiendo más de siete puntos en un mes en los
sondeos y absorbiendo a parte del electorado del socialista Hamon, pero
también una porción del de Emmanuel Macron. (...)" (El País)
"Macron y Le Pen pasan a la segunda vuelta.
(...) El próximo presidente será o bien un exbanquero con escasa experiencia y
un mensaje europeísta y liberal, o la heredera de la ultraderecha,
partidaria de salir de la Unión Europea. Macron parte como claro
favorito para la segunda vuelta, según los sondeos.
La clasificación de Macron,
de 39 años, y Le Pen, de 48 años, en la primera vuelta de las
elecciones deja fuera a las dos grandes familias políticas francesas —la
socialista y la gaullista— por primera vez desde que se fundó la V
República en 1958. Pone cara a cara a dos candidatos que reniegan de la
etiqueta izquierda y derecha y aspiran a ser transversales, aunque Le
Pen esté genéticamente y filosóficamente adscrita a la tradición de la
derecha extrema autóctona, y aunque sea indisimulable la filiación de
Macron —criado políticamente en el Elíseo del presidente saliente
François Hollande— con el centroizquierda socialista, una especie
tercera vía a la francesa. (...)
La final Le Pen-Macron
abre la incógnita sobre qué mayoría parlamentaria dispondrá el próximo
presidente. Gane quien gane, no está claro que sus partidos tengan la
suficiente tracción para conseguir los diputados necesarios para
gobernar en las elecciones legislativas de 11 y el 18 de junio.
Comienzan dos semanas de campaña intensa en la que se
chocarán dos visiones opuestas sobre el futuro de Francia, Europa y el
mundo.
El pulso reproduce el de junio de 2016 en Reino Unido entre los
partidarios de continuar en la UE y los partidarios de abandonarla, y el
de noviembre del mismo año en EE. UU. entre la candidata demócrata
Hillary Clinton y el republicano Donald Trump.
Es la misma fractura que atraviesa las sociedades
occidentales en la complicada década posterior a la gran recesión. Según
el país, y según el color ideológico de quien formula en análisis,
adopta una definición distinta, pero las líneas divisorias son las
mismas.
Pueblo contra élites; perdedores contra ganadores de la
globalización; campo contra ciudades; personas sin y con educación
superior; nacionalismo contra internacionalismo; repliegue y apertura;
intervencionismo económico y liberalización suave. (...)" (El País)
No hay comentarios:
Publicar un comentario