"Después de tres sonoras bofetadas en pocos días --la reforma de la
Administración Pública, la reforma de las bancas populares [similares a
las antiguas cajas de ahorro españolas] y la reforma de Constitución--
Matteo Renzi no podía abrigar esperanza alguna de permanecer en el
Palazzo Chigi [sede del Gobierno italiano].
Y ha sido él mismo el
encargado de pasar el testigo al confirmar que no tenía ningún interés
en seguir calentando la poltrona. El problema ahora es saber qué pasará
tanto desde el punto político como en el frente económico o en el más
caliente de los mercados financieros y de los bancos en particular.
Y,
más aún, del comportamiento del euro como moneda única puesto que
Italia, mucho más que Grecia, ha sido considerada el eslabón débil de la
construcción europea. (...)
El coro de voces que reclaman la celebración inmediata de elecciones
--el movimiento 5 Estrellas y la Liga Norte, sobre todo-- se va a dejar
oír enseguida y no es descartable que Mattarella decida disolver las
Cámaras y convocar comicios anticipados.
En todo caso, los problemas más acuciantes son de tipo económico,
concretamente las recapitalizaciones de algunos bancos como Monte Paschi
di Siena, Unicredit, la Banca Popular de Vicenza y la Banca Veneto.
El
consorcio de bancos gestionado por JP Morgan y Mediobanca, que había
aprobado un plan para recapitalizar en varias fases Monte Paschi di
Siena con 5.000 millones, puede verse ahora en dificultades. Con la
conversión voluntaria de obligaciones subordinadas solo ha ingresado
1.000 millones y, ahora, con la victoria del No, el fantasma de la
inestabilidad política se hace real.
De esta manera resulta más que
probable que los grandes inversores, como Catar, den un paso atrás
poniendo en aprietos al consorcio que, en estas condiciones, no firmará
el compromiso para lanzar al mercado la ampliación de capital. (...)
Sin un gobierno a la vista, ¿quién asumirá la tarea de
decidir si y cómo se interviene en Monte dei Paschi? Esta es la pregunta
que se están haciendo ahora los analistas y los representantes de las
finanzas internacionales.
Probablemente sea el regulador, es decir, el
Banco de Italia, de acuerdo con el Banco Central Europeo, quien
certifique que Paschi di Siena no está en condiciones de recurrir a los
mercados para financiarse y rellenar el agujero de 5.000 millones que se
abrirá con la devaluación de los créditos deteriorados. Las
posibilidades que se plantean son entonces dos:
1. Conversión forzosa de
las obligaciones subordinadas --unos 4.200 millones de euros--, con el
objetivo de proteger a los pequeños ahorradores que poseen casi la mitad
de estas, unos 2.100 millones.
2. La llamada solución de la banca. La separación en un
banco bueno, recapitalizado con dinero público, y un banco malo que
agrupe todos los créditos deteriorados, cuya devaluación implicará un
reajuste del capital y la transformación en acciones de todas las
obligaciones subordinadas y quizá también parte de las senior.
La única manera de evitar un efecto dominó en otros bancos
italianos es una oportuna intervención en Monte dei Paschi. Unicredit
necesita una inyección fuerte de capital --entre 8.000 y 13.000
millones-- y lo mismo sucede con las entidades vénetas controladas por
el fondo Atlante. Estas operaciones no van a poder financiarse en los
mercados en una situación de inestabilidad política.
Y la alternativa
sería la que ha propuesto Reuters hace unos días, cuando reveló que se
habían realizado estudios a nivel europeo para saber si cabía la
intervención del fondo Omt (Outright Monetary Transactions), el cual
podría llegar a intervenir siempre y cuando se aprobara un plan integral
de saneamiento bajo la supervisión del BCE, la UE y el FMI. Es decir,
en Italia desembarcaría la llamada Troika, una especie de comisariado." (Giovanni Pons, CTXT, 05/12/16, este texto se ha publicado en Businessinsider.com, un blog de La Repubblica. )
Existe una descripción con mucho humor, de economía-ficción, sobre los beneficiosos efectos que se producirían si en Italia, el gobierno impusiera una moneda digital (allá por el 2020), para salir de la quiebra económica y política a la que la permanencia en el euro habría llevado al país. El objetivo se conseguiría rápidamente.
Los únicos perjudicados, los especuladores de la deuda. Ver: J. D. Alt: ‘Europa, 2020: una ucronía iluminadora’. http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=5467 )
Existe una descripción con mucho humor, de economía-ficción, sobre los beneficiosos efectos que se producirían si en Italia, el gobierno impusiera una moneda digital (allá por el 2020), para salir de la quiebra económica y política a la que la permanencia en el euro habría llevado al país. El objetivo se conseguiría rápidamente.
Los únicos perjudicados, los especuladores de la deuda. Ver: J. D. Alt: ‘Europa, 2020: una ucronía iluminadora’. http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=5467 )
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