"Llama la atención en el juicio de la Gürtel el escaso afán
interrogador por parte de la Fiscalía para conocer más detalles sobre
los políticos y los ministerios con los que trabajaba ese emprendedor de
la corrupción apellidado Correa.
Tampoco los jueces van a citar a
empresarios como Florentino Pérez, cuyas empresas estarían involucradas
según la declaración de Correa en ese triángulo de la corrupción
–políticos, empresarios, intermediarios– que define el modus operandi
del vividor en Génova.
Da la sensación de que este no repreguntar y
no citar, forma parte de la estrategia de la aparente sincera
confesión, puesta en escena de manera meticulosamente selectiva, que
reitera a los que quiere señalar como culpables, Bárcenas y Sepúlveda, y
que exculpa de manera preventiva a P.A.C., que en ningún caso es Paco
Álvarez-Cascos, como se apresuró a decir Correa antes incluso de que le
preguntaran.
Salva también Correa a José María Aznar, con el que
mantenía al parecer una relación de miradas y sonrisas, que puestas a
analizarse resultan, sin duda, mucho más peligrosas que otras
complicidades habladas. Además, ¿quién no tiene un no amigo, un no
conocido, un no hablante, uno que te mira por la calle y que se planta
en la boda de tu hija en el Escorial y te regala 32.000 euros en
mecanotubo, megafonía y otros confetis?
Correa, parece evidente,
quiere condenar a Bárcenas y a Sepúlveda, al que cada día que declaraba
le regalaba un coche nuevo, y no quiere ni tocar a Aznar y Cascos.
Lo
que no sé es si la justicia puede hacer lo mismo, no citar a Aznar ni a
P.A.C, a tenor de lo que vamos conociendo y se confirma en el juicio.
No citar a declarar a los que eran ministros de Fomento y de Medio
Ambiente cuando el emprendedor Correa no paraba de viajar y hacer
negocios sin salir de la sede del PP, a la que entraba sin que le
cachearan.
Para no convertir el juicio a toda una época, como dice
el propio Correa, y no banalizar el asunto como propio de un sujeto que
se muestra feliz en el banquillo de los acusados porque así sale mucho
en la tele, sería bueno que los jueces preguntaran a los que podríamos
llamar responsables intelectuales del tinglado corrupto que durante
tantos años se alojó en la sede del PP en la calle Génova de Madrid.
Aznar ha dicho este martes que el tiempo pone a cada uno en su sitio. Pues eso.
(Por cierto, dice Correa, en ese autorretrato con retoques que se hace
ante los jueces y los medios, que él iba a los mítines del PCE, de
Pasionaria “en los años 75-76”. Lo veo complicado, como no fuera en
Moscú. El PCE fue legalizado en abril de 1977 y hasta después de esa
fecha no dio ni un solo mitin en ningún lugar de España)." (José María Calleja, eldiario.es, 18/10/16)
No hay comentarios:
Publicar un comentario