"(...) En 2001 se inició también una multiplicación de escándalos de
manipulación contable de las corporaciones -para inflar las cotizaciones
de las acciones- con la complicidad de las compañías auditoras y de los
bancos de negocios. Esto es demostrativo de que las burbujas de capital
ficticio siempre transportan en su seno el fraude y la estafa
especulativa. Y significó, en aquel momento, la pérdida del trabajo para
medio millón de estadounidenses.
A mediano plazo la segunda
burbuja de Greenspan desembocaría en el colapso económico mundial de
2007-2008. La mundialización y predominio del capital financiero se
expandió antes y continuó con más intensidad luego de esa crisis. En
esos años la Europa socialdemócrata se transformó en un sirviente de la
financiarización económica.
En 2008 para enfrentar la crisis financiera que se había expandido a todo el mundo, la Reserva Federal lanzó su Quantitative Easing
(Flexibilización Cuantitativa) comenzando con una emisión de U$A 600
mil millones sin respaldo en la economía real -emisión que a la Fed le
cuesta los costos de impresión de los billetes- por ser el dólar aún la
moneda internacional por excelencia-.
La emisión se realizó para comprar
títulos públicos y poner dinero a disposición de las grandes
corporaciones sin interés o con interés negativo, para que especulen sin
control en los mercados financieros del mundo.
Pero esto fue la
mínima parte de la denominada con el eufemismo “flexibilización
cuantitativa”. Al mismo tiempo que cubría las necesidades más acuciantes
de los fondos y corporaciones financieras especulativas, la Fed en
total secreto imprimía 16 billones de dólares (millones de millones o
trillones en inglés y portugués) para repartir entre los grandes bancos
estadounidenses y europeos en pleno apogeo de la crisis.
En
total, los préstamos más grandes fueron hechos a una pequeña cantidad de
instituciones. Durante esos tres años, Citigroup pidió prestados un
total de 2,5 billones de dólares, Morgan Stanley, pidió 2 billones;
Merrill Lynch, que fue adquirido por el Bank of America, recibió
préstamos por 1,9 billones y el Bank of America pidió 1,3 billones.
También recibieron dinero de la FED bancos extranjeros, como el Barclays
del Reino Unido, Grupo Royal Bank de Escocia (Reino Unido), Deutsche
Bank (Alemania), UBS (Suiza), Credit Suisse Group (Suiza), Bank of
Scotland (Reino Unido), BNP Paribas (Francia), Dexia (Bélgica), Dresdner
Bank (Alemania) y Societe General (Francia).
A pesar de estas
operaciones estar prohibidas sin autorización del Congreso y el
presidente.
Y entre otras cosas ayudó a rescatar empresas quebradas como
Bear Stearns y American International Group (AIG) y compró hipotecas
basura sub-prime sin ningún valor. Al mismo tiempo que se impulsaron
grandes ajustes fiscales en Europa para que cayeran sobre la población
todos los costos de la crisis. (...)" (Juan Luis Berterretche , Rebelión, 17/10/16)
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