"Cinco años después de la matanza de miles de libios, de la huida de unos
3 millones de paisanos hacia otros lugares, el naufragio de cientos de
vidas en Lampedusa, y la condena al resto de los 6 millones de
habitantes a vivir en la pobreza y el hambre; de repente, el presidente
Obama se acuerda del país de los libus: “mi peor error en
Política Exterior fue no prever las consecuencias de la intervención en
Libia”, afirma, por la división del país entre varias bandas terroristas
y clanes mafiosos, en el que fue uno de los estados más desarrollados
de África. (...)
.No tiene remordimiento por la catástrofe humanitaria que ha causado el
ataque de la OTAN, dirigido por el Pentágono. Culpa a sus aliados
europeos (...)
.Silencia la naturaleza de las relaciones entre EEUU y los yihadistas:
los ha utilizado en Afganistán, Irak, Yugoslavia, Chechenia, Libia y
ahora en Siria, como buldócer para allanar el camino de la OTAN (...)
.La intervención militar no fue para ”proteger a la población civil de una inminente masacre” por Gadafi.
.El propio secretario de Defensa de EEUU, Robert Gates, confesaba no tener pruebas de dicha masacre de la población. Las violaciones masivas de mujeres por los soldados libios “con viagra en el bolsillo” era “un rumor” sin fundamento.
.Las fuerzas especiales de la OTAN ya estaban formando a los
yihadistas en Libia en enero del 2011. Las protestas empezaron en
Bengazi a finales de febrero.
.Al Qaeda y otras organizaciones de corte fascista como el Grupo
Libio de Lucha Islámica y Ansar al-Sharia eran el núcleo de la oposición
“rebelde”.
.Los países occidentales competían por el petróleo libio.
.Francia ansiaba las 143 toneladas de reservas de oro del Banco Central libio, valorado en 7 mil millones de dólares.
.Acabar con el proyecto dirigido por Gadafi para crear una moneda
panafricana, capaz de desalojar el dolar y el euro del continente.
.Occidente temía más a un Gadafi capaz de usar el ‘poder blando’
—como financiar la reelección de Sarkozy y regalar un hermoso caballo a
Aznar— que el ‘poder duro’, cuando le apodó ‘El perro loco de Oriente
Próximo’. El coronel no iba a convertirse en un títere. (...)
.La eliminación física del propio Gadafi por su carácter
imprevisible, a pesar de su rehabilitación. Él podía hacer negocios con
Putin y Chaves al igual que con Berlusconi y Merkel. Hillary Clinton
confesó en directo su implicación en el asesinato de aquel jefe de Estado:
“Vinimos, vimos, murió”, exclamó al conocer la noticia que sucedía dos
días después de su regreso de Libia. Ella no pasará por ningún tribunal
internacional por mandar a matar a un prisionero de guerra.
.Temía que una verdadera ‘primavera árabe democrática’ —de aquellas
que en Egipto y Túnez acabaron con sus hombres leales—, sacudiera el
Estado libio. (...)
.La rivalidad entre las potencias mundiales por los recursos y el
mercado libio. Después del 2011, se desmantelaron unas 70 empresas
chinas y congelaron sus 18.000 millones de dólares en inversiones;
también se suspendió los contratos de armas rusas por el valor de 4.000
millones. Gadafi había excluido a compañías estadounidenses como Bechtel
y Caterpillar de los negocios en su país.
.Hacerse con la principal reserva de petróleo de África.
.Apoderarse de los 10.000-12.000 Km³ de agua subterránea libios, codiciadas por las compañías europeas de aguas embotelladas.
.Estrenar la entrada de la OTAN en África y Libia fue una gran oportunidad.
.Acabar con Libia, único país del norte del continente no subordinado a EEUU.
.Otanziar el levante mediterráneo.
En 2011, Libia y Siria eran los dos únicos Estados de este espacio que
no eran socios de la OTAN. Ambos países además compartían otro
‘delito’: sus élites no islamistas se negaban a utilizar la religión
como el opio del pueblo.
.Designar al país como la sede del Comando de EEUU para África
(AFRICOM). Gadafi encabezaba la resistencia de 45 países del continente
para albergarlo. De momento, España, Italia y Yibuti serán los
territorios elegidos para organizar los ataque a África. (...)
Las razones por las que hoy Barak Obama reabre el expediente libio son:
.Lanzar una ‘acción decisiva’ contra el país africano, con el fin de
acabar el trabajo medio hecho: la conquista de Libia. Su intención es
reducir a los terroristas, por su incapacidad de instaurar la
estabilidad, e ir probando con otros grupos afines. EEUU hizo lo mismo
en Afganistán: envió a los muyahidines para derrocar al gobierno
socialista de Nayibolá, luego mandó a los bárbaros talibanes para
desmantelar a los ya inútiles muyahidines indisciplinados, y después,
utilizó el 11-S para colocar en el poder a un ‘presentable’ Hamid
Karzai. Se trata de otra fase de la llamada Operación Nueva Normalidad
para Libia. (...)
.Dar un impulso a las candidaturas demócratas en las elecciones
presidenciales del próximo noviembre: atacar al Estado africano y
destituir al presidente sirio Bashar al Assad; serán presentados como
una muestra de determinación ante ‘los enemigos’.
.Restablecer la seguridad para reanudar la exportación de los 48.000
millones de barriles de petróleo libios, ¡aunque nos dirán que es para
cortar la financiación de los yihadistas!
.Mantener un foco de tensión abierta en el Norte de África para
justificar las próximas intervenciones, por ejemplo en Sahel y en
Argelia.
.Impedir la salida de cientos de miles de refugiados desde Libia a Europa.
Habrá nuevas justificaciones falsas para la ‘II Guerra contra Libia’. El otoño pasado, la OTAN realizó la maniobra Trident Juncture 2015 en el Mediterráneo con 36.000 soldados, mirando a Libia. (...)" (Nazaním Armaniam, Público, 19/05/16)
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