" Otro naufragio en la costa turca de un barco en mal estado
que se lleva al fondo del mar a un grupo de refugiados cargados de ropa
e incapaces de mantenerse a flote en unas aguas gélidas.
39 muertos, o
lo que es lo mismo 39 problemas menos para los gobiernos europeos. Había diez niños entre los fallecidos, procedentes de Siria, Afganistán y Birmania, según AP. (...)
Para los refugiados que ya habían llegado a Europa, había nuevas
noticias en Dinamarca. El objetivo de su Gobierno es hacer caja con esta
oleada de refugiados.
Qué mejor forma de contrarrestar la idea de que
uno de los países más ricos de Europa saldrá perdiendo dinero que incautarse de las posesiones
de los extranjeros y subastarlas luego. La única concesión que los
diputados daneses aceptaron fue descartar los objetos de gran valor
personal, como los anillos de boda.
Alguien llegó a la conclusión de que daría mala imagen ver a un
policía arrancando el anillo a una mujer. Al menos, nadie pidió que les
arrancaran las muelas de oro. Sí, eso hubiera manchado la reputación del
país, porque habría algunos indeseables que sacarían del archivo
imágenes históricas un poco embarazosas.
Por la misma razón, la propuesta de establecer campos de
internamiento (no digan campos de concentración, sería de mal gusto)
para los refugiados fuera de las ciudades y pueblos daneses
va en la misma línea. La idea aprobada por el Parlamento deja al
Gobierno la responsabilidad de poner en marcha un plan antes de marzo.
Los políticos ultraconservadores que la han promovido están muy
contentos porque así la política inmigratoria se centrará en la
repatriación (futura) de esas personas, y no en la integración.
Lo
primero será posible en el futuro en teoría porque sólo tendrán que
mandar a la policía, con sus perros, armas y escudos, para meter a los
extranjeros en autobuses. Sería mucho más difícil –de hecho, sería
imposible– si tuvieran que hacerlo en las ciudades, con los refugiados
diseminados, infiltrados, en los centros urbanos.
El objetivo es hacer ver a los que piensen en venir a Europa que su vida será miserable y sin ninguna esperanza.
Los jefes de Gobierno de la UE ya decidieron sobornar a Turquía con
3.000 millones para que mantenga a los refugiados dentro de sus
fronteras. Las autoridades turcas se pusieron en marcha y hay imágenes
que lo demuestran, pero no pueden ‘impermeabilizar’ toda su costa.
La
alternativa ahora es amenazar a Grecia con expulsarla del espacio
Schengen y convertirla en una isla dentro de la UE. A los griegos se les
asigna la segunda parte de la misión. Los que puedan escapar del filtro
turco deberían ser detenidos antes de llegar a la costa griega.
Si eso
hace que mueran ahogados, no parece que impresione demasiado a los
gobiernos europeos. Ni tampoco el hecho de que sellar la frontera
marítima en un mar lleno de islas es imposible.
En el juego de amenazas dirigido contra Atenas, se ha llegado a
sugerir que la UE podría financiar la construcción de un muro o valla
entre Grecia y Macedonia para que los refugiados no puedan continuar su
camino hacia el centro de Europa. El equivalente a convertir a Grecia en
una prisión, cerrar la puerta y tirar la llave al mar.
La incapacidad secular del Estado griego por asumir algunas de sus
funciones no debe sorprender a nadie. Pero lo que quieren otros estados
europeos es castigar a Grecia por no haberse convertido en la puerta sellada de entrada a la fortaleza europea.
Existe además una propuesta
discutida recientemente por los ministros de Interior y Justicia de la
UE para impedir, y en el peor de los casos criminalizar, el trabajo de
las ONG y voluntarios que prestan ayuda a los refugiados que llegan a
las costas griegas para equipararlos a las organizaciones que se lucran
con su traslado.
En la medida de que salvan vidas de gente que puede
terminar en Alemania, Austria o Dinamarca, son obviamente un problema
para los gobiernos europeos.
La decisión está tomada. Las imágenes de niños muertos son sólo ya
una molesta impertinencia de los medios de comunicación. Cada persona
muerta en el Mediterráneo es un problema menos que debe afrontar la UE.
No tardarán en exigir un nuevo premio Nobel de la Paz por sus desvelos." ( 31 enero 2016
"Los habitantes de las islas griegas, propuestos para el Nobel de la Paz.
Un grupo de académicos de las universidades de Oxford, Princeton,
Harvard, Cornell y la universidad de Copenhague van a proponer para el
premio Nobel de la Paz a los habitantes de las islas griegas de Lesbos,
Kos, Chios, Samos, Rodas y Leros por su papel en la llegada de
refugiados cruzando el Mar Egeo.
Según informa el periódico británico The Guardian,
los académicos cuentan con el apoyo del ministro de Asuntos Exteriores
griego Yiannis Mouzalas, y tienen previsto hacer su propuesta antes de
que concluya el plazo para presentarla, el próximo 1 de febrero.
A esto se suma una petición de un solicitante anónimo en la página de recogida de firmas Avaaz,
donde se pide el Nobel de la Paz para los griegos que viven en estas
islas.
"Desde el comienzo de la crisis de refugiados, pescadores, amas
de casa, pensionistas, profesores de las islas griegas y otros
voluntarios han abierto sus casas y sus corazones para salvar a niños,
hombres y mujeres refugiados que huyen de la guerra y el terror", dice
la petición, que ya cuenta con más de 324.000 firmas y espera llegar al
medio millón." (EL HUFFINGTON POST, 26/01/2016)
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