1.10.15

Las grandes empresas privadas no financieras europeas están sentadas sobre montañas de liquidez... sobre un BILLÓN de euros, que no invierten. Compran sus propias acciones en bolsa para que no bajen. Nada más...

"No se ha impuesto al sistema financiero privado ninguna medida que permitiera evitar el estallido de nuevas crisis. Los gobiernos, así como las diferentes autoridades encargadas de velar por el respeto de las reglamentaciones y su mejora, han atrasado en el tiempo o han suavizado enormemente las pequeñas medidas anunciadas en 2008-2009. 

Ha proseguido la concentración bancaria y también las actividades de riesgo. Los 15 a 20 mayores bancos privados de Europa y los Estados Unidos han seguido implicados en diferentes escándalos en relación con los préstamos tóxicos, los créditos hipotecarios fraudulentos, la manipulación de los mercados de cambio, la manipulación de las tasas de interés (en particular el Libor), la manipulación del mercado de la energía, la evasión fiscal masiva, el blanqueo de dinero del crimen organizado, etc. 

Las autoridades se han contentado con imponer multas, generalmente muy pequeñas en relación con los delitos cometidos y su impacto negativo sobre las finanzas públicas, por no hablar del deterioro de las condiciones de vida de centenares de millones de personas en todo el mundo. 

Responsables de organismos de control como Martin Wheatley, que dirigía el Financial Conduct Authority en Londres, han sido despedidos por intentar hacer el trabajo que se les había confiado y emitir demasiadas críticas hacia el comportamiento de los bancos. (...)

Bancos que han sido nacionalizados con grandes gastos a fin de proteger los intereses de sus grandes accionistas privados son vendidas de nuevo a precios de saldo al sector privado, como el Royal Bank of Scotland en el Reino Unido en 2015. El salvamento de RBS había costado 45 000 millones de libras, su reprivatización provocará probablemente una pérdida de alrededor de 14 000 millones de libras. |3

Es también el caso de SNS Reaal y de ABN Amro en los Países Bajos, de Allied Irish Banks en Irlanda o de una parte del difunto Banco Espirito Santo en Portugal. Las pérdidas para las finanzas públicas son enormes. (...)

Las políticas seguidas tanto por los bancos centrales como por los gobiernos no han relanzado la inversión productiva. Las grandes empresas privadas están sentadas sobre montañas de liquidez a un lado y otro del Atlántico. Para las empresas no financieras europeas, esto representa más de un billón de euros (1 000 000 000 000 €) que, en lugar de ser utilizados para aumentar las inversiones y la producción, permanecen en la tesorería de las empresas. 

Las empresas utilizan masivamente sus beneficios para comprar sus propias acciones en Bolsa a fin tanto de mantener las cotizaciones al alza (o impedir su bajada) como de proporcionar a los accionistas copiosos ingresos. Al mismo tiempo, la parte de los beneficios que sirve para remunerar a los accionistas bajo la forma de dividendos continúa aumentando, lo que refuerza por supuesto la tendencia a no invertir.

Está completamente claro que la política de los gobiernos y de los bancos centrales alimenta una burbuja especulativa en los mercados bursátiles. Esta burbuja puede estallar en cualquier momento. Ya ha comenzado en China en 2015 y se producirá en un momento u otro en Europa y en los Estados Unidos. (...)

La victoria de una coalición de izquierdas antiausteritaria en Grecia en enero de 2015 ha constituido una amenaza para el BCE, la Comisión Europea, las grandes empresas y todos los demás gobiernos de la UE (no solo los de la zona euro). 

El BCE y todos los dirigentes europeos han hecho de la derrota del proyecto de Syriza un objetivo central de sus actividades y han conseguido sus fines en julio de 2015. El BCE ha asfixiado literalmente al sistema financiero griego y al gobierno de Tsipras para ponerles de rodillas. (...)"        (

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