"Corbyn se opone a la austeridad y propone en cambio reducir el
deficit haciendo crecer la economía y con impuestos a los más ricos.
Tiene pensado introducir una flexibilidad cuantitativa popular, que
permitiría al Banco de Inglaterra imprimir moneda para invertir en la
construcción de viviendas a gran escala, energía, transporte y proyectos
digitales, en parte a través de un banco nacional de inversiones.
Corbyn afirma que financiará esto reduciendo la brecha impositiva y acabando con las deducciones fiscales empresariales.
Impuestos
Corbyn afirma que todos los años quedan sin recaudar por la Hacienda
británica 20.000 millones de libras, más otros 20.000 millones producto
de la elusión fiscal, además de 80.000 millones en evasión fiscal que
hay que arrostrar. (...)
Vivienda
Corbyn aplicaría el control de alquileres en zonas caras como el
centro de Londres, de modo que las familias que dependen de las
prestaciones sociales no se vean expulsadas de esos barrios, lo cual es,
en su opinión, una forma de limpieza social.
También suspenderá los
programas municipales de derecho a compra y levantará las restricciones
de préstamos a los municipios para que se pueda construir más de la
mitad de las 250.000 viviendas nuevas que dice se necesitan cada año.
Corbyn ha propuesto la idea de vincular los alquileres privados al
salario local medio e introducer el derecho a compra para inquilinos de
caseros a gran escala, programa que se financiaría eliminando parte de
los 14.000 millones de libras en exenciones fiscales a los caseros que
compran para alquilar. (...)
Corbyn planea renacionalizar las empresas energéticas para que bajen
los precios de la energía. Declaró que la privatización del sector ha
creado un falso mercado que permite que las empresas de gas y
electricidad hagan mucho dinero a expensas de todos los demás.
Corbyn planea también renacionalizar los ferrocarriles, lo cual
permitirá en su opinion que la gente aproveche los beneficios de las
actuales inversiones en infraestructuras. En palabras suyas:
Creo en la propiedad pública, pero nunca he sido partidario del
lejano modelo de nacionalización de la postguerra. Como la mayoría de la
población y la mayoría incluso de los votantes conservadores, yo quiero
que los ferrocarriles vuelvan a ser de propiedad pública.
Pero control
público debería significar justamente eso: así que pasajeros,
trabajadores ferroviarios y también el gobierno deberían gestionar los
ferrocarriles de forma cooperativa
en interés nuestro y no del el
beneficio privado. (...)" (Nadia Khomami
es periodista del diario británico The Guardian, Sin Permiso, 13/09/2015)
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