"(...) Hay
muchas palabras para describir el resultado de la reunión en Bruselas
el fin de semana pasado para tratar la crisis en Grecia. Se habla de
capitulación por parte del gobierno de Tsipras. Y ese parece un término
adecuado, pues el gobierno de Syriza ha cedido casi todas sus posiciones
a lo largo del frente de batalla contra la austeridad. (...)
Parecería
estar diseñado para provocar la caída del gobierno de Syriza en Atenas.
Por eso cuando se dieron a conocer las condiciones demandadas por el
eurogrupo la semana pasada el hashtag #ThisIsACoup (esto es un golpe de
Estado) se convirtió en un tsunami en las redes sociales.
Por el momento se ha salvado la integridad de la
unión monetaria, pero en el proceso se destruyó lo más esencial de
cualquier acuerdo político duradero, la confianza. Las negociaciones se
convirtieron en un esquema de chantaje o de un intercambio después de
una toma de rehenes.
Sólo que en las negociaciones Alemania y sus
aliados en el Eurogrupo sí estuvieron dispuestos a oprimir el botón
nuclear, mientras Syriza siempre dejó claro que nunca iría tan lejos
como salirse del euro.
Hay otros términos que evoca el nuevo acuerdo para enfrentar la crisis
en Grecia. Anschluss es uno de ellos. (...)
¿Es
una exageración recordar el Anschluss en el contexto del nuevo acuerdo
para iniciar el tercer paquete de rescate de la economía griega? Puede
ser, pero hay que señalar que no es necesario ocupar militarmente un
país para convertirlo en una colonia.
El contenido del paquete económico impuesto a Tsipras contiene medidas
que no sólo implican la pérdida de soberanía sobre la política fiscal.
Incluye también un régimen de manejo de los activos públicos que
implica, en los hechos, una subordinación de índole patrimonial. El
proceso de privatización contará ahora con un fondo especial al que
serán transferidos activos públicos de alto valor para ser liquidados.
Estos recursos serán usados para asegurar el pago del nuevo préstamo del
Mecanismo europeo de estabilización y generarán un total de 50 mil
millones de euros de los cuales la mitad servirán para recapitalizar los
bancos.
Quizás sería mejor hablar de una redición de la Esfera de Co-Prosperidad
de la Gran Asia Oriental que el aparato de propaganda de Japón utilizó a
partir de 1938. Si en sus sueños la Merkel y Shäuble piensan que pueden
someter a todos sus vecinos a un esquema de política económica
subordinado a los intereses de una Gran Alemania entonces sus
aspiraciones se parecen a las del jefe del imperio del Sol Naciente.
Pero todos esos sueños, las esferas de co-prosperidad y el Anschluss
terminaron muy mal, como bien sabemos.
La descripción de lo que ha acontecido con la crisis en Grecia puede
variar. Pero una cosa es cierta: los acreedores ganaron y de este modo
el proyecto de una integración europea con ideales democráticos y
republicanos ha sufrido un golpe del que será muy difícil recuperarse. " (Alejandro Nadal, La Jornada , en Jaque al neoliberalismo, 15/07/2015)
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