"No ocurre todos los días que el director del Financial Times afirma
que las condiciones impuestas a un Gobierno lleno de marxistas se
parecen a una “paz cartaginesa”. Se refiere a lo que el Gobierno alemán
ha intentado hacer este domingo con Grecia, lo que será recordado como
una jornada negra en eso que antes se llamaba la “construcción europea” y
que ahora ha pasado a ser un triste sarcasmo.
La expresión tiene su origen en las guerras púnicas de Roma contra
Cartago, y los brutales términos de rendición que el imperio obligó a
aceptar a los rebeldes cartagineses. Tras la tercera guerra, ya no hubo
espacio para tales castigos. Cartago fue destruida y sus habitantes,
esclavizados.
¿A qué juega Alemania?, se pregunta la portada de Libération. (...)
Alemania ha querido aplicar la misma medicina a Grecia con la
intención de provocar así su salida traumática de la eurozona y
convertirla en ejemplo para los demás países europeos a lo largo de la
próxima generación.
Frente a la propaganda difundida por los medios
alemanes de que Merkel pretendía encontrar una solución que mantuviera a
Grecia en la eurozona y que la venganza diseñada por su ministro de
Finanzas, Wolfgang Schäuble, no contaba con su apoyo, este domingo se ha
descubierto hasta qué punto todo estaba preparado de antemano.
Se exigió a Grecia concesiones concretas, números y no simples
promesas, y al final cuando estas llegaron la canciller alegó que era
muy difícil aceptar eso porque se había roto la “confianza” sin la cual
un acuerdo era casi imposible.
A primera hora del domingo, se supo de la existencia de un informe
interno del Ministerio alemán de Finanzas que planteaba la idea de un
Grexit temporal durante cinco años. Parecía la típica idea demencial,
irrealizable con los tratados en la mano (esos mismos que impiden
supuestamente la quita de la deuda griega), que se puede encontrar en
muchos informes que preparan los ministerios de cualquier país. O un
globo sonda para meter aún más miedo.
Pero no, no era tal cosa ni la materia con la que están hechas las
conspiraciones. Era muy real y terminó apareciendo en un comunicado del
Eurogrupo, es cierto que entre corchetes, como si fuera una idea soltada
al viento con entidad suficiente para ser estudiada.
Luego vinieron las
condiciones a las que se refería el FT, incluido el traslado de activos
griegos por valor de 50.000 millones de euros a un banco luxemburgués
que es en realidad una filial de un institución financiera pública
alemana (con algunas similitudes con el ICO español), con una
presidencia rotatoria que –cosas del azar– ahora está encabezada por el
propio Schäuble (corrección al final del artículo). (...)
Se trata de un robo a gran escala para asegurarse de que un hipotético
tercer rescate cuente con una serie de activos fuera del control de
Atenas para asegurarse el pago de las deudas o la confiscación de ese
dinero en caso de suspensión de pagos. Y además el Gobierno debía
conseguir la aprobación parlamentaria de varias leyes en sólo 72 horas,
algo imposible en cualquier legislativo, a menos que los diputados se
limiten a firmar en la línea de puntos. (...)
Es la clase de “reparaciones” que se aplican a un país que ha perdido una guerra y que se ha rendido de forma incondicional.
Este tipo de medidas confirman las peores sospechas sobre la conducta
de Alemania tras el inicio de la crisis de la eurozona. Es obviamente
una negación de los bellos principios de solidaridad con que están
adornados los tratados de la Unión Europea. Hasta los griegos más
antiSyriza o los analistas más predispuestos a justificar las razones
alemanas han quedado perplejos ante esta feroz venganza.
Como no se
pueden entender tales condiciones sin que haya una guerra de por medio,
hay que llegar a la conclusión de que Alemania ha declarado la guerra al
Gobierno griego sin necesidad de mover un solo soldado fuera de sus
fronteras.
Aquello que salga de esta cumbre se venderá como un paquete de
medidas duras pero inevitables, y también como una forma de solidaridad.
Es lo propio de los tiempos de guerra cuando la propaganda se aplica
con intensidad para retorcer el significado de las palabras. (...)
Y a todo el mundo le dejará claro qué supone ser miembro de la UE a
partir de ahora, que pasará a ser un protectorado alemán a menos que los
franceses despiertan. Porque no hay que tener dudas al respecto. Ellos
están ya en la lista de tareas pendientes de Alemania.
En cierto modo, y contado de forma cínica, casi habría sido mejor que
Grecia hubiera abandonado la eurozona hace tiempo.
Habría sufrido lo
mismo que ha sufrido hasta ahora. Para el resto de la UE, lo que ha
venido después ha sido mucho peor. Ha demostrado que Alemania es el
mayor peligro existente en Europa.
P.S.
El artículo está terminado a las cuatro de la mañana, por tanto antes
de que se conocieran los términos del acuerdo. Hay unas correcciones
que hacer. La gestión de los activos que Grecia entregue a la troika no
se hará desde una entidad de Luxemburgo, sino desde Atenas. En teoría,
las condiciones siguen siendo las mismas. El Parlamento griego tiene 72
horas completas para aprobar una serie de leyes, no 48, es decir, antes
de que acabe el miércoles.
No se ha aprobado el tercer “rescate” de Grecia. El Gobierno de
Tsipras debe cumplir una serie de condiciones y sólo a partir de ese
momento se empezará a negociar la letra del acuerdo definitivo. Una
primera lectura de lo aprobado indica que nos encontramos ante una
capitulación completa de los griegos, forzada por unas circunstancias
imposibles.
Respecto al tema de la reestructuración de la deuda, sólo
aparece una promesa de “posibles medidas” una vez que se compruebe que
Atenas ha hecho lo que se le ha ordenado a partir del otoño. Esas
medidas no incluirán en ningún caso una quita. (...)" (Iñigo Sáenz de Ugarte
, eldiario.es, 13/07/2015)
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