3.5.15

Varios millones de españoles mantienen con vida al PP y al PSOE porque forman parte mentalmente de la corrupción... con todas sus consecuencias

"(...) Es cada vez más evidente que la corrupción es inseparable del régimen del 78 y que hay varios millones de españoles -suficientes para mantener con vida al PP y el PSOE- que forman parte mentalmente de ella, con todas sus consecuencias.

En cuanto al segundo bipartidismo, Podemos y Ciudadanos se disputan un terreno en el que, al contrario que en el primero, hay menos conciencia que deseo de ruptura “cultural”: ruptura con una clase y unas prácticas políticas y no con un programa o una orientación ideológica. Ese es el terreno que abrió y abonó Podemos y en el que se ha colado Ciudadanos. Y en el que, dada la desigualdad de fuerzas y la propia volatilidad del electorado, se puede tanto ganar como perder.

En definitiva, todas las esperanzas y todos los peligros proceden de este doble bipartidismo en el que, por una parte, el tándem PP-PSOE se sostiene gracias a un voto prevaricador muy consciente y, del otro lado, la posibilidad de ruptura debe explorar un voto pasional, “moral”, ciclotímico, que en pocas semanas puede cambiar muchas veces de bando. Esa es la España real que queremos cambiar pero con la que hay que contar para emprender cualquier cambio. 

En la dimensión abierta por Podemos hace un año era posible una victoria rápida y holgada; no se trataba de una estrategia fanfarrona sino de un fatalismo coyuntural. Había que jugársela y, si ahora hay que tener más paciencia y resintonizar el mensaje, ello se debe menos a los errores cometidos (que hay que enmendar, sobre todo en el plano comunicacional) que por el hecho de que, en la dimensión abierta por Podemos, se ha colado el régimen del 78 con sus calendarios electorales y con el apoyo de los medios de comunicación. 

Como no podía cerrar de un portazo la “ventana de oportunidad” el régimen tenía que ocuparla: es lo que está haciendo Ciudadanos. 

En estas condiciones es fácil cometer nuevos errores. Uno es el de dejarse encajonar en el nuevo esquema en una falsa contienda con Albert Rivera y su partido; el otro, el de olvidar que, junto a los ciclos sísmicos electorales, la estrategia ahora es de más largo aliento y ello exige órganos internos funcionales y deliberativos y robustecimiento del apoyo social organizado. 

Sigue siendo verdad, en todo caso, que en el contexto de este nuevo doble bipartidismo la única alternativa a ganar sigue siendo perder. Y que no tenemos más “dimensión” para ganar, aunque se parezca poco a la de nuestros justísimos sueños militantes, que la que abrió Podemos hace ahora 16 meses."               (Santiago Alba Rico, Cuarto Poder, en Rebelión, 01/05/2015)

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