"(...) Como apuntábamos en el post anterior,
desde que el petróleo alcanzara en julio de 2008 los 145 dólares el
barril, la industria del fracking estadounidense se disparó y la
producción de petróleo pasó de 4 millones de barriles diarios (mbd) a 9
mbd compitiendo, en volumen de producción, con Arabia Saudita y Rusia
(10 y 9 mbd, respectivamente, datos EIA).
El shale-oil fue el gran repunte que tuvo la economía de Estados Unidos
y lo que la hizo diferenciarse de la economía europea. (...)
Ahora que todas las inversiones del fracking dejan al descubierto que
su nivel mínimo de mantención es con el precio del barril de petróleo
en torno a los 70 dólares (sin incluir los costes financieros), el
descenso del precio del petróleo está significando el cierre de
numerosas empresas vinculadas al fracking.
Estas empresas apostaban a un
precio del barril de petróleo en torno a los 100 - 110 dólares. Pero
ahora que ha caído a los 60 dólares el barril, su operación se hace
insostenible.
Esto confirma que el precio del petróleo fue manipulado al alza por
las instituciones financieras tal como éstas lo hicieron con las tasas
Libor y Tibor. En el período de la euforia, y cuando el petróleo se
estabilizó en torno a los 100 dólares el barril, era fácil hacer
apuestas de que se mantendría en ese nivel (como lo hicimos en este post del año 2011
cuando desconocíamos la potente especulación del fracking, y cómo se
manipulaba abiertamente el precio del petróleo para facilitar las
inversiones de la fractura hidráulica.
Sin embargo, una vez que la manipulación del precio fue detectada
comenzaron a percibirse las anomalías en la determinación de su precio y
el petróleo entró al purgatorio de la industria financiera. Una vez
confirmada la especulación de su precio, el petróleo ha descendido un 40
por ciento en cinco meses destapando nuevos escándalos de la industria
financiera. (...)
Si el Ibex, el Dax o el Dow Jones descendieran un 40 por ciento en cinco
meses la economía de estos países se paralizaría. Esto puede ocurrir
con el desplome del precio del petróleo dadas las fuertes conexiones que
lo mantuvieron en 115 dólares el barril para apoyar la industria (y
burbuja) del fracking.
Una vez que ésta ha reventado, y cuando el precio
se inclina a los 60 dólares, todo el sistema financiero que impulsó la
burbuja se puede ir a pique tal como ocurrió con el estallido de la
crisis inmobiliaria el año 2008.
Por eso no debe sorprender que la nueva banca en problemas que resulte
de esta nueva crisis haga uso de las nuevas atribuciones que le permite
el G-20 y confisque los depósitos y los fondos de pensiones de los
ciudadanos. (...)" (Marco Antonio Moreno , El blog salmón, 10/12/2014)
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