"Domingo 29 de marzo de 2009. El pánico se apodera del Gobierno de España y del sector financiero. El Banco de España tiene que intervenir Caja Castilla-La Mancha (CCM) ante la negativa de Unicaja a absorberla.
El Consejo de Ministros se reúne de urgencia, porque las anquilosadas
leyes de resolución bancaria del momento así lo exigen. Hay mucho miedo a
una retirada masiva de depósitos al día siguiente, a que CCM se
convierta en el Northern Rock español. Pero, por encima de todo, se
hace añicos la ficción que ha vendido José Luis Rodríguez Zapatero, con la complicidad del gobernador del BDE, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, desde la quiebra de Lehman Brothers en septiembre de 2008: que España tiene el sector financiero más sólido del mundo.
Es el pistoletazo de salida de la mayor crisis financiera de la Historia de España, que cumple hoy cinco años y que nos ha costado, en números redondos, 100.000 millones en ayudas públicas, o lo que es lo mismo, 2.175 euros por español.
Desde entonces, se han intervenido o nacionalizado 11 entidades (ocho
cajas de ahorros, dos bancos filiales de cajas y una caja rural) y otras
dos han recibido dinero de los contribuyentes.
Hemos asistido a un
proceso de integración sin precedentes, se han cambiado innumerables
veces las leyes de provisiones y solvencia, ha habido que pedir un
rescate a Europa de 41.000 millones y, de momento, sólo se han
recuperado 1.003 por la venta de NCG Banco a Banesco (que todavía no se
han pagado) y otros 1.304 por la venta del 7,5% de Bankia. Y falta
colocar Catalunya Banc, que requerirá más ayudas públicas si nadie lo
remedia, así como BMN, que pretende salir a bolsa.
Como es de sobra conocido, el origen de la catástrofe fue la orgía de crédito para financiar el boom inmobiliario
y de consumo de la década de 2000, con un nulo control de riesgos sobre
quién recibía el dinero fácil y una injerencia constante de los
políticos en las cajas, un endeudamiento masivo de las entidades para
prestar mucho más de lo que tenían en depósitos y una inacción absoluta
del BdE para frenar los excesos, justificada por su confianza ciega en
las provisiones anticíclicas que dotaba la banca española (la famosa
genérica), un colchón con el que no contaba el resto de los países donde
la banca se vino abajo en 2008-2009 -y que a la postre fue como una
tirita para luchar contra el cáncer-.
Esta burbuja había permitido
crecimientos de beneficios superiores al 20% anual en el sector. Pero
cuando la vivienda se estancó, el edificio mostró que no tenía cimientos
y se vino abajo. (...)
El discurso del caso aislado salta definitivamente por los aires con la caída de CajaSur,
la caja del cabildo catedralicio de Córdoba, el 22 de mayo de 2010, una
vez más después de que fracasen las negociaciones con Unicaja para
salvarla. Su menor tamaño y las lecciones de CCM permiten que el FROB se
estrene con una subasta modélica, que gana la vizcaína BBK (ahora en
Kutxabank) con un EPA que tuvo un coste de 358 millones.
La crisis
económica ya es una recesión galopante y el sector inmobiliario se
hunde sin remisión. Entonces Salgado y MAFO encuentran la piedra filosofal para solucionar el problema bancario: las fusiones ayudadas con 9.674 millones del FROB. (...)
Primero son las llamadas fusiones frías (sistemas institucionales de
protección, SIP), que se tienen que descartar y convertirse en calientes
ante la gravedad de la situación.
Algunos barones autonómicos se niegan
a fusionar "sus" cajas con otras comunidades para no perder poder y
crean engendros como NovaCaixaGalicia (hoy NCG Banco), Caja España-Duero
y Unnim y CatalunyaCaixa (CatalunyaBanc) en Cataluña. Entre las
interregionales, surgen BMN, Banca Cívica (donde se mete a la fuerza a
Cajasol), Liberbank y, sobre todo, BFA, donde se integra Caja Madrid y
cinco pequeñas cajas regionales, y donde se obliga a incluir a Bancaja,
lo que supone su sentencia de muerte. El fracaso del nuevo sistema queda certificado cuando Liberbank se niega a incluir a la CAM -"lo peor de lo peor", según MAFO- por su enorme agujero y el BdE también tiene que intervenir la alicantna en julio de 2011,
justo una semana despues de que la banca española apruebe sin problemas
los test de estrés.
Su subasta es un desastre absoluto, ya que sólo se presenta el Sabadell,
que pone unas condiciones draconianas para comprarla, y se las conceden
con tal de venderla: 5.249 de capital y un EPA con un potencial de
16.000 millones cuya pérdida esperada es de 7.249.
La
imposibilidad de NCG, CatalunyaCaixa y Unnim de encontrar capital
privado hace que tengan que ser nacionalizadas completamente el 30 de
septiembre de ese año. La siguiente en caer, en noviembre, es Banco de
Valencia, al que su matriz, Bankia, se niega a rescatar. Pero todavía faltaba el big one. Banca
Cívica y Bankia habían salido a bolsa ese verano para evitarlo.
La
primera tiene que ser absorbida a toda prisa por La Caixa en marzo de
2012, esta vez sin ayudas (Fainé se resarce en noviembre con la
compra de Banco de Valencia con las mayores ayudas en relación al tamaño
de todo el proceso, 5.500 millones de capital y hasta 4.350 de EPA). Y
en cuanto a la segunda, la historia es bien conocida: Rodrigo Rato presenta un plan deseserado de viabilidad en mayo, no es aprobado y la entidad tiene que ser nacionalizada.
Toma las riendas José Ignacio Goirigolzarri y pide el mayor rescate de la historia: 22.400 millones. Ante la magnitud del desastre y ante la segunda recesión de la economía, al mes siguiente el FMI obliga a España a pedir el rescate
para sanear el sistema financiero. Ofrece hasta 100.000 millones, de
los que se utilizan 41.000 tras someter al sector a unos test de estrés,
esta vez mucho más serios que los de 2011. (...)
Prescindiendo de líneas de liquidez y de emisiones avaladas por el
Estado, el primer concepto que debemos incluir es el dinero público que
se ha inyectado a través del FROB (salvo en CCM, que se intervino cuando todavía no existía el FROB) en forma de capital en cada entidad para cubrir sus pérdidas y sanear su balance. Esto asciende a los 61.366 millones citados, según cálculos del BdE. (...)
En un segundo nivel, están los EPA. La Dirección
General de Competencia de la Comisión Europea y el Banco de España
tienen estimaciones de pérdida esperada, es decir, de la parte de esos
EPA que se va a tener que pagar (que es la que hemos tomado aquí en vez
del valor total de la cartera). El BdE la cuantifica conjuntamente en
6.506 millones. (...)
Dicho de otra forma, que los descuentos con los que se han traspasado los créditos y los inmuebles deberían haber sido mayores (Bruselas lo cifra en el 72% como media y el 75% para los pisos terminados), lo que habría obligado a más provisiones, más pérdidas y más inyecciones de capital público.Esta decision de Bruselas ahora ha empezado a materializarse con unas provisiones por deterioro de activos de 250 millones en las cuentas de Sareb en 2013. (...)
Finalmente, hay algunas ayudas adicionales que se han concedido en forma
de créditos fiscales en las dos compras de Sabadell (CAM y Banco
Gallego) y por el capital que no tuvo que poner (lo puso el FROB) en su
filial Banco de Valencia cuando fue intervenido en el caso de Bankia,
por un total de 2.823 millones. Y las garantías contra sentencias por
las preferentes, litigios de seguros y otros concedidas a Banesco en NCG
por 800 millones y a Unicaja en Ceiss por 401.
Con todo esto, tenemos
que la cifra total de ayudas públicas tal como las calcula Bruselas
superaría ligeramente los 100.000 millones. Desde el Gobierno actual y
desde el anterior se sostiene que habría sido más caro todavía liquidar
las entidades que han caído desde 2009. Pero lo que seguro que habría salido más barato es acometer un rescate generalizado del sector en 2009 nada más intervenir CCM, como pidió entonces el presidente de la CECA, Juan Ramón Quintás. Algo que recientemente ha reconocido Ángel Ron, presidente del Popular." (El Confidencial, 30/03/2014)
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